Tuesday, August 12, 2008
Funcionarios no hacían caso a las denuncias de Senador
Durante casi cuatro años el senador Wilton Guerrero, del PLD, anduvo de oficina en oficina por los altos niveles del gobierno, y nadie hizo caso a sus denuncias sobre la connivencia entre el narcotráfico y autoridades, en su provincia. Fue necesaria la masacre de Baní, donde siete personas fueron muertas a tiros en un caso en el que las autoridades han dicho que se parece a un ajuste de cuentas.
Cuando este hecho ocurrió, entonces fue escuchada la denuncia del senador Guerrero vinculando con el narcotráfico a las autoridades de la DNCD, de la Policía y del Ministerio Público en Baní. Ayer el legislador presentó “sus pruebas” en rueda de prensa, con nombres y apellidos
El senador Wilton Guerrero pidió ayer a las autoridades que investiguen al comandante policial en Baní, general Hilario González, y al fiscal renunciante Víctor Cordero, así como a otros miembros del Ministerio Público, a quienes vinculó al auge de la criminalidad y el narcotráfico en la provincia Peravia.
El legislador del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) dijo también que llevó éstos y otros expedientes cuatro veces al procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, quien, sostuvo, “no hizo nada”.
“La Policía Nacional tiene ahora mismo en Baní una asociación de malhechores que le sirve de soporte a una banca de delincuentes que funcionan en Azua, que se dedica a hacer “tumbes” a los narcotraficantes”, expresó Guerrero.
El congresista entregó a la prensa una cronología de las denuncias y visitas hechas a autoridades desde el 2004 a la fecha para identificar las acciones de los narcotraficantes y otros criminales en su provincia.
Pidió al jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín y al procurador Jiménez Peña que investiguen el desempeño del general Hilario González, comandante de la decimoctava compañía de la institución, así como del fiscal renunciante Cordero y los ayudantes Esther González y Master Hatuey Santana.
El senador Guerrero dijo que esas autoridades son responsables de “cantidades de acciones delictivas que mantienen a la comunidad de Baní en zozobra, en desesperación e indefensa”.
Guerrero habló a la prensa en compañía de los senadores compañeros de bloque Charlie Mariotti, de Monte Plata; Dionis Sánchez, de Pedernales, y Diego Aquino Acosta Rojas, de Baoruco.
Asimismo, del ex gobernador provincial César Pimentel, el sociólogo Flady Cordero, familiares suyos y otros.
Guerrero expresó que entregó todos los detalles y pruebas de su denuncia a la comisión oficial, con la que se entrevistó durante varias horas en la Procuraduría General de la República.
Dijo que desde el inicio de esta gestión gubernamental viene denunciando la delincuencia y el narcotráfico e incluso entregó un listado en el que figuran las autoridades visitadas.
Figuran entre los destinatarios la secretaría general del PLD.
Las claves
Maridaje
1. Según el senador Wilton Guerrero los narcotraficantes que residían en la vivienda en que siete personas fueron ejecutadas en Baní acostumbraban pasearse en vehículos de la Policía.
2. Resalta que lleva cuatro años visitando autoridades para darles a conocer estos casos, pero nadie ha investigado sus denuncias.
Oficiales PN y narcos comían chivo juntos
Las personas que residían en la vivienda de Paya, Baní, donde fueron ejecutados siete hombres, eran visitadas con frecuencia por oficiales de la Policía Nacional, dijo ayer el senador Wilton Guerrero, de Peravia.
“Esos señores eran visitados con frecuencia por oficiales policiales de la dotación de Baní. Asistían a comer chivo”, significó el congresista.
Expresó que los oficiales policiales y los narcotraficantes comían chivo y bebían whisky juntos en la casa de Paya donde fueron ejecutados los siete hombres.
Informó que una ayudante fiscal de Baní participó en una operación comercial junto a narcos que secuestraron por dos horas a dos jóvenes de aquel municipio.
Mostró una factura de la negociación a nombre del narcotraficante colombiano Celino Marín, ejecutado en la masacre de Paya.
Guerrero dijo que un oficial de la Policía relacionado con los narcotraficantes concilió la situación.
El senador de Peravia expresó que antes que llegara el mayor Tejeda a Baní, cuyo rectitud defendió, había unos 375 puntos de droga en esa ciudad, incluyendo uno a escasos metros de la dotación policial.
Guerrero recordó que el 16 de agosto del 2004 denunció de manera enérgica el problema de la criminalidad en Peravia y demandó desde entonces, en innúmeras visitas a funcionarios, la destitución de esos oficiales y alistados comprometidos con el narco.
Durante casi cuatro años el senador Wilton Guerrero, del PLD, anduvo de oficina en oficina por los altos niveles del gobierno, y nadie hizo caso a sus denuncias sobre la connivencia entre el narcotráfico y autoridades, en su provincia. Fue necesaria la masacre de Baní, donde siete personas fueron muertas a tiros en un caso en el que las autoridades han dicho que se parece a un ajuste de cuentas.
Cuando este hecho ocurrió, entonces fue escuchada la denuncia del senador Guerrero vinculando con el narcotráfico a las autoridades de la DNCD, de la Policía y del Ministerio Público en Baní. Ayer el legislador presentó “sus pruebas” en rueda de prensa, con nombres y apellidos
El senador Wilton Guerrero pidió ayer a las autoridades que investiguen al comandante policial en Baní, general Hilario González, y al fiscal renunciante Víctor Cordero, así como a otros miembros del Ministerio Público, a quienes vinculó al auge de la criminalidad y el narcotráfico en la provincia Peravia.
El legislador del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) dijo también que llevó éstos y otros expedientes cuatro veces al procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, quien, sostuvo, “no hizo nada”.
“La Policía Nacional tiene ahora mismo en Baní una asociación de malhechores que le sirve de soporte a una banca de delincuentes que funcionan en Azua, que se dedica a hacer “tumbes” a los narcotraficantes”, expresó Guerrero.
El congresista entregó a la prensa una cronología de las denuncias y visitas hechas a autoridades desde el 2004 a la fecha para identificar las acciones de los narcotraficantes y otros criminales en su provincia.
Pidió al jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín y al procurador Jiménez Peña que investiguen el desempeño del general Hilario González, comandante de la decimoctava compañía de la institución, así como del fiscal renunciante Cordero y los ayudantes Esther González y Master Hatuey Santana.
El senador Guerrero dijo que esas autoridades son responsables de “cantidades de acciones delictivas que mantienen a la comunidad de Baní en zozobra, en desesperación e indefensa”.
Guerrero habló a la prensa en compañía de los senadores compañeros de bloque Charlie Mariotti, de Monte Plata; Dionis Sánchez, de Pedernales, y Diego Aquino Acosta Rojas, de Baoruco.
Asimismo, del ex gobernador provincial César Pimentel, el sociólogo Flady Cordero, familiares suyos y otros.
Guerrero expresó que entregó todos los detalles y pruebas de su denuncia a la comisión oficial, con la que se entrevistó durante varias horas en la Procuraduría General de la República.
Dijo que desde el inicio de esta gestión gubernamental viene denunciando la delincuencia y el narcotráfico e incluso entregó un listado en el que figuran las autoridades visitadas.
Figuran entre los destinatarios la secretaría general del PLD.
Las claves
Maridaje
1. Según el senador Wilton Guerrero los narcotraficantes que residían en la vivienda en que siete personas fueron ejecutadas en Baní acostumbraban pasearse en vehículos de la Policía.
2. Resalta que lleva cuatro años visitando autoridades para darles a conocer estos casos, pero nadie ha investigado sus denuncias.
Oficiales PN y narcos comían chivo juntos
Las personas que residían en la vivienda de Paya, Baní, donde fueron ejecutados siete hombres, eran visitadas con frecuencia por oficiales de la Policía Nacional, dijo ayer el senador Wilton Guerrero, de Peravia.
“Esos señores eran visitados con frecuencia por oficiales policiales de la dotación de Baní. Asistían a comer chivo”, significó el congresista.
Expresó que los oficiales policiales y los narcotraficantes comían chivo y bebían whisky juntos en la casa de Paya donde fueron ejecutados los siete hombres.
Informó que una ayudante fiscal de Baní participó en una operación comercial junto a narcos que secuestraron por dos horas a dos jóvenes de aquel municipio.
Mostró una factura de la negociación a nombre del narcotraficante colombiano Celino Marín, ejecutado en la masacre de Paya.
Guerrero dijo que un oficial de la Policía relacionado con los narcotraficantes concilió la situación.
El senador de Peravia expresó que antes que llegara el mayor Tejeda a Baní, cuyo rectitud defendió, había unos 375 puntos de droga en esa ciudad, incluyendo uno a escasos metros de la dotación policial.
Guerrero recordó que el 16 de agosto del 2004 denunció de manera enérgica el problema de la criminalidad en Peravia y demandó desde entonces, en innúmeras visitas a funcionarios, la destitución de esos oficiales y alistados comprometidos con el narco.
Publicado por Pablo Graciano Cruz en 5:25 AM
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