Thursday, July 24, 2008
Un millón 800 mil newyorquinos reciben cupones de alimentos por crisis
NUEVA YORK.- Hasta comienzos de este año, tanto los gobernadores de turno como los comisionados de servicios sociales del estado de Nueva York aparecían con frecuencia en anuncios de radio, televisión y medios impresos, llamando a los neoyorquinos a acudir a las oficinas más cercanas de la agencia para que reclamaran cupones de alimentos como "un derecho" de los ciudadanos.
Los cupones, que son parte de los acuerdos presupuestarios entre el gobierno federal y los estados, proceden de un fondo especial del Departamento de Agricultura que eroga el dinero de los excedentes de las ventas por las exportaciones mundiales.
Es decir, lo que sobra, se convierte en cupones de alimentos, beneficio que se les da a las personas de menos ingresos y bajos salarios, a impedidos físicos, niños, mujeres sin empleos, madres solteras, envejecientes y ancianos y a quienes, no importando la edad o el estado físico, hayan perdido sus trabajos.
Anteriormente los cupones de alimentos eran una especie de papeletas o "billetes" de papel que se canjeaban en bodegas y otros establecimientos por comida, pero se prestaron a miles de fraudes.
Posteriormente se cambiaron los papeles por una tarjeta electrónica en la que el estado deposita directamente los fondos de los beneficiarios en un banco ye stos pueden en una máquina conocida como ETB obtener la cantidad asignada. La máquina registra específicamente los artículos que se entregaron al consumidor para evitar que como en el pasado, se compren cervezas, cigarrillos y se tome dinero en efectivo a costa del gobierno.
De no cubrirse la cuota federal en cada estado, el gobierno de Washington reduciría considerablemente para el próximo año la cantidad de cupones e incluso lo toma como termómetro para medir la situación económica.
Los anuncios buscaban desesperadamente "clientes" de esos cupones, pero la mayoría de los neoyorquinos poco caso hacía a la propaganda. Cuando el precio del petróleo comenzó a dispararse sin control, los infinitos presupuestos del presidente Bush a favor de sus guerras en Irak y Afganistán a tragarse el erario de Estados Unidos, los negocios de bienes raíces y corporativos a colapsar y los artículos de primera necesidad como la leche, el aceite, el arroz, el queso, el pan, la mantequilla, la carne y los vegetales a aproximarse a su primer dígito decimal en 26 años, el panorama comenzó a cambiar.
La situación ha empujado a 1.8 millones de neoyorquinos a buscar los cupones de alimentos para tratar de aminorar los costos en la canasta familiar.
Ayer miércoles el periódico Utica Dispatcher que se edita en la parte alta del estado y donde vive la mayoría de los pobladores de Nueva York dijo que hasta la fecha (22 de julio, 2008), los registros y entrevistas en récord del Departamento de Servicios Sociales del Estado, muestran que esa cifra fue sólo hasta abril de este año, es decir que desde ese mes y hasta hoy, pudo haber un enorme aumento de gente en busca de los cupones.
El número equivale a unos 300,000 adultos que recibieron cupones en los últimos tres años, un aumento de más de medio millón en comparación a la misma fecha del año 2001. Más del 60% de los beneficiarios se encuentran en el área metropolitana de Nueva York, dice el periódico.De los casi 19 millones de habitantes que tiene el estado en total, 8 millones habitan en la ciudad. Los cupones de alimentos pueden llegar hasta los $200 dólares al mes y deben ser exclusivamente para obtener comida.
Una ley estatal que prohíbe cierta cantidad en cupones a quienes reciben otros beneficios como es el pago de la calefacción en invierno por ejemplo, sería modificada en los próximos días por el gobernador David Paterson para reducir las penalidades, además de que el ejecutivo dijo que se abrirían nuevas oficinas de servicios sociales donde los neoyorquinos pueden acudir a buscar los cupones.
También docenas de comedores públicos abiertos en la ciudad y algunos suburbios mantendrán la cobertura de dar comida gratis a los más pobres y desempleados, según anunció Mark Dunlea director de la Red Contra el Hambre en Nueva York. "El estado está haciendo muy buenas cosas en las últimas semanas", dijo el activista al referirse a las medidas del gobernador.
Uno de los factores es el costo de las viviendas, que absorbe más del 60% de los sueldos de los trabajadores pobres. Hay gran temor en cuanto a los gastos de calefacción cuando se aproxime el invierno 2008. Dunlea dijo que esa situación provocará un gran aumento de los comedores populares y de la cantidad de cupones de alimentos.
Un nueve por ciento más que en la primavera del año pasado de comida fue servido en los comedores populares de Nueva York este año. Hasta abril, un millón de platos de comida gratis se otorgaron a quienes acudieron a alimentarse.
Uno de los ejemplos de la presente crisis es el condado de Herkimer donde en junio se abrieron 63 casos más para cupones de alimentos en relación a mayo. El total es de 3,305 casos en sólo tres meses.Ese condado con una población de 63,332 habitantes tenía hasta junio un nivel de desempleo del 5%., mientras que en junio del año pasado era del 4.2%.
El aumento de beneficios sociales ha aumentado de manera explosiva en los últimos 18 meses.
NUEVA YORK.- Hasta comienzos de este año, tanto los gobernadores de turno como los comisionados de servicios sociales del estado de Nueva York aparecían con frecuencia en anuncios de radio, televisión y medios impresos, llamando a los neoyorquinos a acudir a las oficinas más cercanas de la agencia para que reclamaran cupones de alimentos como "un derecho" de los ciudadanos.
Los cupones, que son parte de los acuerdos presupuestarios entre el gobierno federal y los estados, proceden de un fondo especial del Departamento de Agricultura que eroga el dinero de los excedentes de las ventas por las exportaciones mundiales.
Es decir, lo que sobra, se convierte en cupones de alimentos, beneficio que se les da a las personas de menos ingresos y bajos salarios, a impedidos físicos, niños, mujeres sin empleos, madres solteras, envejecientes y ancianos y a quienes, no importando la edad o el estado físico, hayan perdido sus trabajos.
Anteriormente los cupones de alimentos eran una especie de papeletas o "billetes" de papel que se canjeaban en bodegas y otros establecimientos por comida, pero se prestaron a miles de fraudes.
Posteriormente se cambiaron los papeles por una tarjeta electrónica en la que el estado deposita directamente los fondos de los beneficiarios en un banco ye stos pueden en una máquina conocida como ETB obtener la cantidad asignada. La máquina registra específicamente los artículos que se entregaron al consumidor para evitar que como en el pasado, se compren cervezas, cigarrillos y se tome dinero en efectivo a costa del gobierno.
De no cubrirse la cuota federal en cada estado, el gobierno de Washington reduciría considerablemente para el próximo año la cantidad de cupones e incluso lo toma como termómetro para medir la situación económica.
Los anuncios buscaban desesperadamente "clientes" de esos cupones, pero la mayoría de los neoyorquinos poco caso hacía a la propaganda. Cuando el precio del petróleo comenzó a dispararse sin control, los infinitos presupuestos del presidente Bush a favor de sus guerras en Irak y Afganistán a tragarse el erario de Estados Unidos, los negocios de bienes raíces y corporativos a colapsar y los artículos de primera necesidad como la leche, el aceite, el arroz, el queso, el pan, la mantequilla, la carne y los vegetales a aproximarse a su primer dígito decimal en 26 años, el panorama comenzó a cambiar.
La situación ha empujado a 1.8 millones de neoyorquinos a buscar los cupones de alimentos para tratar de aminorar los costos en la canasta familiar.
Ayer miércoles el periódico Utica Dispatcher que se edita en la parte alta del estado y donde vive la mayoría de los pobladores de Nueva York dijo que hasta la fecha (22 de julio, 2008), los registros y entrevistas en récord del Departamento de Servicios Sociales del Estado, muestran que esa cifra fue sólo hasta abril de este año, es decir que desde ese mes y hasta hoy, pudo haber un enorme aumento de gente en busca de los cupones.
El número equivale a unos 300,000 adultos que recibieron cupones en los últimos tres años, un aumento de más de medio millón en comparación a la misma fecha del año 2001. Más del 60% de los beneficiarios se encuentran en el área metropolitana de Nueva York, dice el periódico.De los casi 19 millones de habitantes que tiene el estado en total, 8 millones habitan en la ciudad. Los cupones de alimentos pueden llegar hasta los $200 dólares al mes y deben ser exclusivamente para obtener comida.
Una ley estatal que prohíbe cierta cantidad en cupones a quienes reciben otros beneficios como es el pago de la calefacción en invierno por ejemplo, sería modificada en los próximos días por el gobernador David Paterson para reducir las penalidades, además de que el ejecutivo dijo que se abrirían nuevas oficinas de servicios sociales donde los neoyorquinos pueden acudir a buscar los cupones.
También docenas de comedores públicos abiertos en la ciudad y algunos suburbios mantendrán la cobertura de dar comida gratis a los más pobres y desempleados, según anunció Mark Dunlea director de la Red Contra el Hambre en Nueva York. "El estado está haciendo muy buenas cosas en las últimas semanas", dijo el activista al referirse a las medidas del gobernador.
Uno de los factores es el costo de las viviendas, que absorbe más del 60% de los sueldos de los trabajadores pobres. Hay gran temor en cuanto a los gastos de calefacción cuando se aproxime el invierno 2008. Dunlea dijo que esa situación provocará un gran aumento de los comedores populares y de la cantidad de cupones de alimentos.
Un nueve por ciento más que en la primavera del año pasado de comida fue servido en los comedores populares de Nueva York este año. Hasta abril, un millón de platos de comida gratis se otorgaron a quienes acudieron a alimentarse.
Uno de los ejemplos de la presente crisis es el condado de Herkimer donde en junio se abrieron 63 casos más para cupones de alimentos en relación a mayo. El total es de 3,305 casos en sólo tres meses.Ese condado con una población de 63,332 habitantes tenía hasta junio un nivel de desempleo del 5%., mientras que en junio del año pasado era del 4.2%.
El aumento de beneficios sociales ha aumentado de manera explosiva en los últimos 18 meses.
Publicado por Pablo Graciano Cruz en 9:10 AM
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