Monday, September 01, 2008
Un veterano abogado y dos fiscales asistentes se enfrentan en juicio a Quirino
NUEVA YORK._ Dentro del sistema judicial de Estados Unidos, los fiscales de distrito (procuradores de condados) estilan no dar la cara en las cortes sin importar la relevancia de los casos que manejen. Esos fiscales que excepto los federales, son electos por voto popular, se encargan de dirigir una oficina en cada uno de los distritos o condados donde operan en la que trabaja un amplio equipo de abogados entre estos los fiscales asistentes o adjuntos, detectives, investigadores y policías que cuentan con una estructura que les permite usar los más adelantados avances tecnológicos para combatir el crimen organizado, el delito callejero, los crímenes de cuello blanco o corporativos y el narcotráfico local e internacional.
Los fiscales adjuntos son quienes representan en los estrados a sus jefes y en el sonado caso Quirino cuyo juicio comienza este martes 2 de septiembre en la Corte Federal del Distrito Sur del Bajo Manhattan, la regla seguirá siendo la misma.
El fiscal de ese distrito federal Michael J. García escogió a dos de sus más cercanos colaboradores, de los cuales se conoce muy poco debido a que la oficina de prensa de esa dependencia dirigida por Rebekah Carmichael se ha negado a ofrecer las biografías, informaciones profesionales, fotografías y experiencia de trabajo de esos funcionarios.
John O´Donnell a quien la fiscalía tuvo que reforzar con el trabajo de su colega Michael Bosworth, es el fiscal que tiene bajo su responsabilidad tratar de ganarle la acusación al ex capitán del Ejército Nacional dominicano que desde el día en que fue encausado en esa misma corte, mantiene su declaratoria de “no culpable”.
Es poco común que casos federales o criminales, se escoja a más de un fiscal asistente.
Quirino ha sorprendido a la sociedad dominicana, al gobierno de su país y a la justicia de ambos países, incluso a sus propios enemigos, dado que todos creían que “El Don” se ablandaría tras las rejas y negociaría tempranamente una sentencia a cambio de que no hubiera juicio.
Pero él ha mantenido una postura estoica y firme en defensa de su alegada inocencia. Esa, al parecer, ha sido la estrategia manejada por su abogado, el veterano Lawrence F. Ruggiero, un ex fiscal federal adjunto que a pesar de que sólo ha hablado una vez con este reportero a la salida de la corte, acumula impresionantes récords en litigaciones de explosivos casos en los que han estado envueltas acusaciones de narcotráfico internacional, asesinatos por ese mismo motivo, desfalcos corporativos, delitos de cuello blanco y pleitos por derechos civiles y constitucionales.
Ruggiero, que en el año 1986 encabezó la barra de la defensa de los principales cabezas de familias mafiosas de Nueva York en el histórico caso conocido como “Pizza Connection” (Conexión Pizza) ha sido muy exitoso en la mayoría de los casos que ha litigado en las cortes federales.
El fiscal O´Donnell empero no puede presentar récords visibles de que hayan estado al frente de casos de relevancia y la estrategia de estos, según se ha podido constatar en cada una de sus comparencias a la corte dentro del caso Quirino.
El funcionario judicial estuvo vacilando hasta el último día de cierre de mociones y argumentos que fue el pasado 18 de agosto y además en la audiencia previa al juicio de fondo en la que fueron presentados la empresaria Fátima Henríquez Díaz y José Ortega De León, volvió a lucir débil e inexperto y reiteró a la jueza que todavía faltaban elementos sustanciales para componer un caso exitoso por parte del gobierno estadounidense.
El 12 de junio en una vista en la que se decidió la fecha del juicio, O´Donell se lamentó de la poca colaboración que alega, el gobierno dominicano ha estado aportando contra los implicados en el caso Quirino.
Más de tres años le fue concedido por la jueza Kimba Wood para que prepara un caso con evidencias que demuestren la culpabilidad de los imputados, pero hasta la fecha, el fiscal sólo pudo lograr sentencias benévolas con seis acusados en el expediente, las que no exceden de cinco años como máximo por lo que a los que negociaron les quedaría entre 7 y 9 meses en prisión partir de las fechas en que se les leyeron las condenas en vista separadas.
La inexperiencia del fiscal O´Donnell se ha evidenciado en la debilidad de los argumentos presentados al punto de que el fiscal de distrito tuvo que asignarle a otro fiscal adjunto identificado como Michael Bosworth quien comenzó desde hace algunas semanas a ayudarlo en la presentación del caso.
EL ABOGADO
Por su parte Ruggiero que es una de las figuras estrellas en el reconocido bufette situado en el 350 Este de la calle 54th en Manhattan, se destaca por ser un experimentado litigante exitoso en complejos casos de alto perfil penal y de derechos civiles, algunos de los cuales incluyen su formidable defensa de acusados y entidades imputados de crímenes de cuello blanco.
Además ha tenido gran éxito representando a funcionarios públicos y celebridades y en su papel como abogado enfrentando casos de corrupción gubernamental. Ruggiero también ha peleado con mucho éxito en expedientes de cortes de apelación en los que han sido acusados personas y entidades empresariales y ha sentado precedentes en la fijación de valores relacionados ala arbitraje y recusaciones de sentencias.
En varios tribunales federales ha cosechado triunfos en procesos de habeas corpus y apelaciones. Es una figura jurídica de gran cobertura en los medios de comunicación desde que se destacó en el sonado caso “Pizza Conexión” enfrentando la guerra que el Buró Federal de Investigaciones (FBI), desató en la década de los ochentas contra 36 cabezas de familias mafiosas de Nueva York, New Jersey y otros estados y entre los que figuraron Tommaso Busceta, Salvatore Catalano, Francesco Castranovo y Gaetano Badalamenti.
Aparece con frecuencia como un experto analista jurídico en la televisión y los medios impresos más importantes de los Estados Unidos.
Comenzó su carrera graduándose en contabilidad pública, recibiendo una maestría en la Escuela Superior de Negocios y Administración Pública de la Universidad Baruch y en los siguientes 11 años trabajó como investigador especial del Servicio de Impuestos Internos (IRS), consiguiendo los más altos reconocimientos en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por los casos exitosos en los que trabajó.
Ha recibido la Medalla de Honor de la Asociación de Barras (abogados) de Nueva York y una Medalla en Administración Pública por su destacada lucha en la protección de la seguridad a la integridad de la justicia penal y otros sistemas judiciales. Ha sido condecorado además por sus meritorios trabajos con el Departamento del Tesoro en el área metropolitana de Nueva York. Tras renunciar a ese departamento fue nombrado jefe de la Oficina de Investigaciones de la oficina del contralor de Nueva York y trabajó como fiscal federal asistente para la oficina del Distrito Sur de Nueva York.
Encabezó desde allí la persecución de destacados líderes del narcotráfico local e internacional, crímenes de evasión de impuestos, delincuencia organizada, lo que le valió varias condecoraciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
En 1982 abandonó las posiciones en el gobierno y se ha dedicado a la práctica privada.
A pesar del paso de los años y el deterioro de su salud, Ruggiero sigue siendo en Nueva York una figura emblemática y muy cotizada en la defensa de este tipo de casos.
Publicado por Pablo Graciano Cruz en 6:48 AM
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