Tuesday, July 08, 2008
NY Times denuncia medidas represivas de RD deja en el limbo a hijos de haitianos
NUEVA YORK।_ “Dos obsesiones definen este país: el béisbol y Haití। Devoción por uno y desprecio por el otro”, describe en un reportaje titulado “Medidas represivas de República Dominicana dejan en el limbo a hijos de haitianos”, el influyente matutino local The New York Times y en el que denuncia al que califica “ambiente de discriminación y racismo” que troncha el camino de futuros peloteros de las Grandes Ligas y profesionales de distintas áreas, porque el gobierno dominicano sigue negándoles el acta de nacimiento a los hijos de los inmigrantes haitianos nacidos en territorio quisqueyano।
El rotativo envió reporteros y fotógrafos a San Pedro de Macorís (Este) ciudad que recuerda es la meca de grandes estrellas del béisbol de la Gran Carpa e ilustra el caso de José Luis Angel, un brillante jugador del oufield hijo de haitianos al que por negársele el acta de nacimiento no ha podido ser firmado por ninguna organización de Grandes Ligas para ayudar a sacar a su familia de la extrema miseria en que viven.
Detalla que los padres de Angel que tiene 17 años llegaron como muchos otros millares de haitianos en la década de los 70´s a la República Dominicana para cortar caña en bateyes de San Pedro de Macorís y aunque se quedaron en el país, se les ha negado hasta el “derecho” de que sus hijos sean reconocidos.
Informa el Times que los Gigantes de San Francisco ofrecieron un bono $350,000 dólares a Angel para firmarlo, pero le fue imposible ir al consulado de Estados Unidos a tramitar la visa por carecer de acta de nacimiento. Sostiene que los Indios de Cleveland también están interesados en el prospecto y representantes de ese equipo visitan frecuentemente la choza en la que vive el pelotero junto a sus padres.
El periódico refuerza el reportaje con tres fotografías de Angel jugando béisbol en el batey donde reside ahora. El rotativo dice que “José Luis Angel, un outfielder adolescente con un bate caliente está atrapado entre los dominicanos”. Y no siquiera en la pelota invernal dominicana podría jugar por no tener nacionalidad oficial.
El periódico dice que ante la negativa del acta de nacimiento a Angel, los Gigantes se vieron obligados a retirar la oferta. “La política interfiere con su sueño”, dice el Times.
Y señala que el gobierno dominicano mantiene una ofensiva contra hijos de nacionales haitianos aunque hayan vivido toda su vida en el país caribeño. “Si su apellido es raro, no le dan sus documentos, lo mismo si su piel es oscura como la mía”, le dijo el pelotero al periódico neoyorquino.
El jugador apeló su caso ante el gobierno dominicano y aguarda una decisión al respecto.
Otro caso citado como ejemplo por el periódico es el del estudiante universitario Emilio Bueno Oguis de 33 años que recientemente se casó con una estadounidense radicada en La Florida, pero no puede ser pedido como residente porque no tiene el acta de nacimiento dominicana. Una apelación del estudiante fue rechazada por la Junta Central Electoral (JCE) alegando que él no tiene ese derecho.
La decisión en su contra se hizo a pesar de que anteriormente se le había expedido un pasaporte y una tarjeta de identidad como nacional dominicano. El NY Times informa que en un tribunal inferior se falló a favor de que se le diera el acta de nacimiento a Nuny Angra Luis, una descendiente de haitianos a la que también se le había negado ese derecho. La decisión favoreciendo a Nuny se anunció en abril, el mismo mes en que se le negó a Oguis.
El rotativo dice que muchas organizaciones internacionales incluyendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA y el Grupo Internacional de Refugiados con sede en Washington, han denunciado la situación frecuentemente. Y recuerda el caso hace unos tres años de dos niñas haitianas a las que se les negó sus actas de nacimiento y la corte tuvo que condenar al estado dominicano para presionarlo a reconocer sus nacionalidades.
Detalla que mientras ese caso estaba en proceso el gobierno dominicano cambió las leyes para perjudicar aún más a los hijos de los haitianos nacidos en la media isla que comparte el territorio La Hispaniola con Haití.
“La constitución dominicana otorga la ciudadanía a hijos de extranjeros nacidos en el país excepto a los descendientes de diplomáticos o de personas que tienen visas de tránsito”, recuerda el reportaje. “Desde hace mucho tiempo – añade la crónica – significa que a los hijos de inmigrantes, sin importar su condición jurídica, adquieren la nacionalidad dominicana”.
La OEA se pronunció contra el estado dominicano en el 2005 ordenando una indemnización económica y la entrega de las partidas de nacimiento, pero la Suprema Corte de Justicia decidió darles el estatus de “ciudadanos en tránsito” a los inmigrantes haitianos, declarando a sus hijos “haitianos” y no dominicanos, aunque nazcan en suelo criollo.
El NY Times entrevistó para el reportaje al señor Daniel Erikson director de programas para El Caribe del Diálogo Interamericano en Washington, quien sostiene que la cuestión de Haití, “se ha convertido en un asunto de combustión para la República Dominicana”. Agrega Erikson cuando se tiene un profundo resentimiento contra los haitianos, la conducción de las respuestas nunca serán favorables para ese país desde el punto de vista dominicano.
El NY Times destaca que los haitianos contribuyen al desarrollo de la República Dominicana, pero ese aporte no es reconocido de ningún modo por las autoridades dominicanas. “Ellos están trabajando desde hace mucho tiempo en los puestos de trabajo que los dominicanos no quieren y que en su mayoría son el corte de la caña, construcción y la agricultura”, añade.
“El gobierno dominicano no sólo sabe de la presencia haitiana desde hace décadas, sino que además alienta su llegada”, acusa el NY Times. El periódico resalta declaraciones de algunos funcionarios diciendo que “la nueva ofensiva es cuestión de seguridad encaminadas a eliminar el fraude”, pero reconocen que a los largo de los años, los jóvenes haitianos que han cruzado la frontera ilegalmente, han nacido en el lado dominicano.
El Times sostiene en el reportaje que los opositores a esas medidas acusan al gobierno dominicano de aplicar la ley en el 2004 con carácter retroactivo, lo que es una práctica “ilegal” que desde hace tiempo alienta la animosidad de la sociedad contra los haitianos.
El profesor dominicano de derecho constitucional en la Universidad Iberoamericana (UNIBE) Cristóbal Rodríguez califica la negación del acta de nacimiento a los haitianos como “un crimen monstruoso”. El abogado que defiende uno de esos casos, le dijo al NY Times que “las creencias racistas de algunos se utiliza para retorcer nuestras leyes”.
El abogado Demetrio Francisco de los Santos representante del gobierno rechazó las acusaciones de racismo y discriminación contra los haitianos y niega que sus derechos sean violados. Dijo que los descendientes de haitianos simplemente pueden ir al consulado de su país más cercano a tramitar sus documentos.
Pero la constitución haitiana no concede la ciudadanía de ese país a los hijos de sus nacionales nacidos en el extranjero, por lo que la situación para los nacidos en la República Dominicana es mucho más compleja todavía. En el caso del pelotero, éste nunca ha visitado Haití y sus padres tendrían que demostrar que es haitiano.
“Mi madre no podía dormir después que los Gigantes decidieron no darme el bono por el problema del acta de nacimiento”, le dijo Angel al Times. Además de con sus padres vive con otros seis hermanos y Cleveland ha reducido en un tercio la cantidad que le ofrecía San Francisco, pero para un muchacho de batey que no ve ningún futuro en el horizonte y está en un profundo abismo legal, cualquier cantidad en dólares lo sacaría de la miseria a él y a su familia.
“Dios quiera que yo me pueda convertir en un jugador de Grandes Ligas”, expresa Angel, sin saber si el gobierno dominicano le concederá realizar su más acariciado sueño, reseña la crónica.
RACISMO PROFUNDO Y ARRAIGADO
El NY Times destaca el reciente informe dos expertos de las Naciones Unidas en el que sostienen que el racismo y la discriminación contra los haitianos está profundamente arraigado en los dominicanos.
El informe indica que los haitianos y sus descendientes dominicanos se enfrentan a la extrema vulnerabilidad, las deportaciones injustificadas, la discriminación racial y se les niega el disfrute pleno de sus derechos humanos.
Detalla que los padres de Angel que tiene 17 años llegaron como muchos otros millares de haitianos en la década de los 70´s a la República Dominicana para cortar caña en bateyes de San Pedro de Macorís y aunque se quedaron en el país, se les ha negado hasta el “derecho” de que sus hijos sean reconocidos.
Informa el Times que los Gigantes de San Francisco ofrecieron un bono $350,000 dólares a Angel para firmarlo, pero le fue imposible ir al consulado de Estados Unidos a tramitar la visa por carecer de acta de nacimiento. Sostiene que los Indios de Cleveland también están interesados en el prospecto y representantes de ese equipo visitan frecuentemente la choza en la que vive el pelotero junto a sus padres.
El periódico refuerza el reportaje con tres fotografías de Angel jugando béisbol en el batey donde reside ahora. El rotativo dice que “José Luis Angel, un outfielder adolescente con un bate caliente está atrapado entre los dominicanos”. Y no siquiera en la pelota invernal dominicana podría jugar por no tener nacionalidad oficial.
El periódico dice que ante la negativa del acta de nacimiento a Angel, los Gigantes se vieron obligados a retirar la oferta. “La política interfiere con su sueño”, dice el Times.
Y señala que el gobierno dominicano mantiene una ofensiva contra hijos de nacionales haitianos aunque hayan vivido toda su vida en el país caribeño. “Si su apellido es raro, no le dan sus documentos, lo mismo si su piel es oscura como la mía”, le dijo el pelotero al periódico neoyorquino.
El jugador apeló su caso ante el gobierno dominicano y aguarda una decisión al respecto.
Otro caso citado como ejemplo por el periódico es el del estudiante universitario Emilio Bueno Oguis de 33 años que recientemente se casó con una estadounidense radicada en La Florida, pero no puede ser pedido como residente porque no tiene el acta de nacimiento dominicana. Una apelación del estudiante fue rechazada por la Junta Central Electoral (JCE) alegando que él no tiene ese derecho.
La decisión en su contra se hizo a pesar de que anteriormente se le había expedido un pasaporte y una tarjeta de identidad como nacional dominicano. El NY Times informa que en un tribunal inferior se falló a favor de que se le diera el acta de nacimiento a Nuny Angra Luis, una descendiente de haitianos a la que también se le había negado ese derecho. La decisión favoreciendo a Nuny se anunció en abril, el mismo mes en que se le negó a Oguis.
El rotativo dice que muchas organizaciones internacionales incluyendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA y el Grupo Internacional de Refugiados con sede en Washington, han denunciado la situación frecuentemente. Y recuerda el caso hace unos tres años de dos niñas haitianas a las que se les negó sus actas de nacimiento y la corte tuvo que condenar al estado dominicano para presionarlo a reconocer sus nacionalidades.
Detalla que mientras ese caso estaba en proceso el gobierno dominicano cambió las leyes para perjudicar aún más a los hijos de los haitianos nacidos en la media isla que comparte el territorio La Hispaniola con Haití.
“La constitución dominicana otorga la ciudadanía a hijos de extranjeros nacidos en el país excepto a los descendientes de diplomáticos o de personas que tienen visas de tránsito”, recuerda el reportaje. “Desde hace mucho tiempo – añade la crónica – significa que a los hijos de inmigrantes, sin importar su condición jurídica, adquieren la nacionalidad dominicana”.
La OEA se pronunció contra el estado dominicano en el 2005 ordenando una indemnización económica y la entrega de las partidas de nacimiento, pero la Suprema Corte de Justicia decidió darles el estatus de “ciudadanos en tránsito” a los inmigrantes haitianos, declarando a sus hijos “haitianos” y no dominicanos, aunque nazcan en suelo criollo.
El NY Times entrevistó para el reportaje al señor Daniel Erikson director de programas para El Caribe del Diálogo Interamericano en Washington, quien sostiene que la cuestión de Haití, “se ha convertido en un asunto de combustión para la República Dominicana”. Agrega Erikson cuando se tiene un profundo resentimiento contra los haitianos, la conducción de las respuestas nunca serán favorables para ese país desde el punto de vista dominicano.
El NY Times destaca que los haitianos contribuyen al desarrollo de la República Dominicana, pero ese aporte no es reconocido de ningún modo por las autoridades dominicanas. “Ellos están trabajando desde hace mucho tiempo en los puestos de trabajo que los dominicanos no quieren y que en su mayoría son el corte de la caña, construcción y la agricultura”, añade.
“El gobierno dominicano no sólo sabe de la presencia haitiana desde hace décadas, sino que además alienta su llegada”, acusa el NY Times. El periódico resalta declaraciones de algunos funcionarios diciendo que “la nueva ofensiva es cuestión de seguridad encaminadas a eliminar el fraude”, pero reconocen que a los largo de los años, los jóvenes haitianos que han cruzado la frontera ilegalmente, han nacido en el lado dominicano.
El Times sostiene en el reportaje que los opositores a esas medidas acusan al gobierno dominicano de aplicar la ley en el 2004 con carácter retroactivo, lo que es una práctica “ilegal” que desde hace tiempo alienta la animosidad de la sociedad contra los haitianos.
El profesor dominicano de derecho constitucional en la Universidad Iberoamericana (UNIBE) Cristóbal Rodríguez califica la negación del acta de nacimiento a los haitianos como “un crimen monstruoso”. El abogado que defiende uno de esos casos, le dijo al NY Times que “las creencias racistas de algunos se utiliza para retorcer nuestras leyes”.
El abogado Demetrio Francisco de los Santos representante del gobierno rechazó las acusaciones de racismo y discriminación contra los haitianos y niega que sus derechos sean violados. Dijo que los descendientes de haitianos simplemente pueden ir al consulado de su país más cercano a tramitar sus documentos.
Pero la constitución haitiana no concede la ciudadanía de ese país a los hijos de sus nacionales nacidos en el extranjero, por lo que la situación para los nacidos en la República Dominicana es mucho más compleja todavía. En el caso del pelotero, éste nunca ha visitado Haití y sus padres tendrían que demostrar que es haitiano.
“Mi madre no podía dormir después que los Gigantes decidieron no darme el bono por el problema del acta de nacimiento”, le dijo Angel al Times. Además de con sus padres vive con otros seis hermanos y Cleveland ha reducido en un tercio la cantidad que le ofrecía San Francisco, pero para un muchacho de batey que no ve ningún futuro en el horizonte y está en un profundo abismo legal, cualquier cantidad en dólares lo sacaría de la miseria a él y a su familia.
“Dios quiera que yo me pueda convertir en un jugador de Grandes Ligas”, expresa Angel, sin saber si el gobierno dominicano le concederá realizar su más acariciado sueño, reseña la crónica.
RACISMO PROFUNDO Y ARRAIGADO
El NY Times destaca el reciente informe dos expertos de las Naciones Unidas en el que sostienen que el racismo y la discriminación contra los haitianos está profundamente arraigado en los dominicanos.
El informe indica que los haitianos y sus descendientes dominicanos se enfrentan a la extrema vulnerabilidad, las deportaciones injustificadas, la discriminación racial y se les niega el disfrute pleno de sus derechos humanos.
Publicado por Pablo Graciano Cruz en 7:20 AM
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